viernes, 5 de agosto de 2016

MI VISION DE LOS BARRIZALES: CAPITULO I. AÑO 2003 - 2004

Se ha escrito mucho sobre esos años tan difíciles en la historia de nuestro Real Oviedo, pero yo quiero contaros mi visión de aquellos años, la visión de un mero aficionado sin ningún poder mediático, sin ninguna forma de expresión más que un blog, que leo yo y mis allegados.

Más que recordar el día que bajamos a Segunda B (un 0-3 contra el Salamanca), recuerdo nuestro último partido en Segunda, que tuvo que ser en Áviles, porque el Tartiere lo cerraron y perdimos 1-2 ante el Levante. Recuerdo ese día porque jugamos una pachanga algunos de los miembros del Foro Oviedin y luego muchos se fueron a ver el partido.

Ese verano, todos sabemos que fue muy duro, muy difícil, cada día te levantabas con una nueva noticia y cada vez menos alegre. Todos los temores se confirmaron la noche en la que Oli y demás “jugadorazos” que se dejaron la piel en el terreno de juego nos bajaron a Tercera (es normal que pidieran su dinero, nadie en nuestra empresa perdonaríamos un euro en esos casos, pero hay formas de reclamar ese dinero, pero no quiero entrar en esos temas, quiero entrar en la situación post-descenso).

Acto seguido, la afición se movilizó y como todos bien sabéis, fue Symmachiarii quien aglutinó a todo ese oviedismo, porque la FAPA (Federación Asturiana de Peñas Azules) se fueron con el ACF .

Uno de mis recuerdos más imborrables fueron dos. Una reunión en la sala de prensa del  Carlos Tartiere, donde estábamos no más de 100 personas y otra con Manuel Lafuente en el Estadio, sentados en la grada los aficionados y Lafuente contestando a todas las preguntas que le hacíamos.

Luego llegó lo que todos sabéis del ACF y de Gabino diciendo “yo sé lo que hay que hacer con el fútbol en esta ciudad” (Gabino JÓDETE!!! Últimamente no cantamos mucho eso y no debemos perder esas buenas costumbres). Y otro recuerdo que me viene a la mente es estar en Rodiles veraneando en el camping, estar leyendo el periódico de cuando le cambiaron el escudo al Astur CF por esa copia barata del nuestro, y que mi padre dijera: “¿vamos mañana hasta Oviedo a renovar?” yo un poco en tono jocoso, aunque jodido por la situación le dije “¿Por el de verdad o por esta copia?” y creo que hasta se enfado un poco jejeje (nunca le agradecí lo suficiente todo el oviedismo que nos inculcó a mi hermana y a mí).

Ese año pudimos jugar gracias a que Lopera nos dejó inscribir jugadores, que dependía de él, no nos olvidemos e hicimos un equipo un poco para ir tirando, sin apenas pretemporada, con chavales de la cantera y cuatro locos que quisieron firmar por el Oviedo sin saber si quiera si íbamos a pasar de Diciembre.

El partido que más nos marcó a todos fue el Real Oviedo – Mosconia, yo ese día no había todavía asimilado el descenso, es como que piensas “venga, que no es verdad, que es pretemporada”, pero recuerdo entrar al campo y romper a llorar y no pasárseme en todo el tiempo que estuve en mi sitio sentado. El gol de Kily, lejos de calmar mis lágrimas, las acrecentaron.

Hubo otro partido que me marcó mucho, fue un Titánico de Laviana 1-2 Real Oviedo. Allí en Las Tolvas, estuvo lloviendo 86 minutos de los 90 que duro el partido (por supuesto todo el descanso también). Creo que ahí me di cuenta de que realmente estábamos en Tercera División y de que aquello era dramáticamente real.

Los dos partidos contra el ACF, tanto en el Tartiere con casi 17.000 personas animando al Oviedo y el de vuelta, cuando muchos estaban en la loma del Parque de Invierno. Yo estaba dentro, pero guardad las cuchillas, entré por un amigo que me dejó un carnet de árbitro y con ese carnet tenía derecho a entrar a ciertos partidos.

A la vez de competir en Tercera División, en campos donde se reían de ti, llevaban camisetas del Sporting para provocarte, teníamos que lidiar con la situación económica, que no era sencilla, ya que por poner un ejemplo rápido y sencillo, en “El Requexón” no había agua caliente y un fontanero se ofreció para arreglarlo y poner gas, él de su bolsillo.

Pero es que encima, se reían de ti en tu propia ciudad, ya que estaba pululando por ahí un equipo que quería quitarle el sitio a nuestro Real Oviedo (y en todos los sentidos, ya que nos querían echar del Tartiere, los mismos que ahora se auto nombran mayores oviedistas de la historia).

La situación era dramática, pero si algo me enseñó el Oviedo, es a no rendirse jamás y a no dejar que el mundo te pise. Aquel año no pudimos ascender a Segunda B, el Arteixo, un equipo que de cada 100 partidos, les ganamos 99, nos dejó otro año en los barrizales asturianos, pero también, ese año, me sentí más oviedista que nunca en mi vida, pasó de ser un hobby a ser algo fundamental en mi vida (siento robarte esta frase Silvia, pero es la que mejor lo expresa).

Puede que no viera el mejor fútbol del mundo, ni a los mejores futbolistas, ni siquiera a los rivales de más nombre, pero si vi a una afición entregada y el Real Oviedo me demostró, cuanto lo quiero realmente.

Recuerdo en el playoff contra el Arteixo, cuando pitó el final del partido, la gente, llorando y diciendo “el próximo año otra vez aquí, eh?? No se rinde ni dios” y es verdad, no se rindió ni dios. Yo iba caminando por un lateral del estadio, porque no podía estar parado, así que me puse a pasear y cuando pito el final, mis rodillas cedieron (no me digáis porque) y caí al suelo rendido y llorando. Una chavalina, que alguna vez aún veo por el Tartiere, se arrodillo donde yo estaba, me dio un abrazo y me dijo: “El año que viene será el nuestro, anímate”.

En la temporada 2003-2004 nos demostramos a nosotros mismos lo que podemos conseguir si nos unimos.

Ese año, lo pasé muy mal y lo peor es que no se expresarlo con palabras, porque creo que no existen, no puedo expresar lo que sentí a ver a mi equipo en barrizales, ninguneado por todo el mundo, instituciones, rivales, periódicos…

Ese año, conseguimos lo más importante y lo que más caracteriza a esta afición: NO RENDIRNOS. Los resultados deportivos no fueron los esperados y no ascendimos a Segunda B, pero a pesar de todo cumplimos el objetivo de aquella temporada, sobrevivir.

Quiero agradecer desde estas líneas a todos los que aquel año hicieron algo, por pequeño que fuera para ayudar al Real Oviedo.

Un saludo

PUXA OVIEDO

No hay comentarios:

Publicar un comentario