Extracto de la carta enviada al Real Oviedo
Buenas
tardes,
Les
mando esta carta, para comentar que desgraciadamente llegó el día que tanto
temía: el día en el que no podría hacerme socio del Real Oviedo.
Tengo
una antigüedad de 19 años de carnet. Aún recuerdo como si fuera ayer aquel 9 de
septiembre de 1996, cuando me di de alta como socio. Mucho tiempo pasó desde
aquella. Muchos sufrimientos y muy pocas alegrías.
Tuve
que ver cómo al equipo de mi corazón lo mandaban a Tercera, cómo salía con -6
puntos, cómo nos querían echar del Tartiere. Compré aquel año (entre abono,
camiseta, sudaderas de años anteriores en un mercadillo…) unos 200 € en cosas
del Oviedo, sin saber siquiera si iba a pasar de diciembre. ¡Qué demonios! Sin
ni siquiera saber si íbamos a jugar más partidos después de aquel Real Oviedo – Mosconia (en el cual me pasé 90
minutos llorando pensando que sería el último partido que vería de mi equipo). Pasamos
muchas cosas juntos el Real Oviedo y yo: vimos cómo nos maltrataban todas las
instituciones públicas, cómo teníamos unas directivas que cada año eran peores,
cómo veíamos al club más y más endeudado.
Eso
también me forjó un poco el carácter, ya que el Oviedismo me enseñó a no
rendirme nunca por muy grandes que sean las adversidades o por muy grande que
sea el enemigo que tienes enfrente.
Estoy
en paro desde noviembre de 2014, sin recibir prestación alguna, salvo ayuda
familiar de mis padres y de los padres de mi novia, que como es lógico, utilizamos
para poder comer y pagar el alquiler, no para lujos (por muy necesario que sea
para mí ese lujo, el Oviedo). Dada la campaña de abonados de este año, en la
cual se pide un mínimo de 2 años en paro para “disfrutar” del descuento de
desempleado, tengo que cerrar una etapa de mi vida. No puedo hacerme socio este
año. No llego al mínimo de tiempo en paro que exigen por 4 meses. No concibo mi vida sin ir al Tartiere
cada dos fines de semana, pero tendré que aprender a vivir con ello.
Más
allá de todo esto, su campaña de abonados me parece una manera muy fina de
eliminar el abono de desempleado, ya que muy poca gente cumplirá esos
requisitos. Parece que no estén al corriente de la situación económica del
país: de que la mayoría de contratos son temporales, de que hay gente que
trabaja unos pocos meses al año (con suerte).
Quería
escribir esto, sobretodo porque hablan mucho de sentido de pertenencia, de que
la afición del Oviedo es una gran afición, pero no veo ningún gesto hacia los
aficionados. No se tiene en cuenta ni la antigüedad ni el haber estado en los
años duros apoyando al equipo. A mí me queda esa agridulce sensación de haber
salvado al club para que otros lo disfruten. Y me parece muy triste que a
alguien que durante todos los años de barro renovó su abono como pudo, ahora
que lo está pasando mal, no se le ayude en nada. Y no soy el único. Hay mucha
gente en mi misma situación, sin ir más lejos, mi hermana, que tiene un año más
de antigüedad que yo y trabaja 3-4 semanas al año dando vacaciones.
Está
claro que todo lo que di al Oviedo y por el Oviedo fue con el único propósito
de que no desapareciera. Objetivo conseguido. Ahora creo sinceramente, que lo
que debe hacer el Oviedo es no dejar que la afición desaparezca.
Esto
no quita ni un ápice mi oviedismo y espero de corazón que este año se consiga
el ascenso a Primera División. Cuando esto ocurra, fijo que me sentiré un poco
orgulloso, porque aporté mi granito de arena para que eso pudiera ocurrir.
No les molesto más.
Puxa Oviedo
Víctor López Lobo
Socio Nº 1679
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